EL ASTRONAUTA DE BOHEMIA

La crítica norteamericana ha saludado con cierto entusiasmo esta primera novela de Jaroslav Kalfar, escritor estadounidense de origen checo. Aquí en España la editorial la ofrece como “una nueva voz que evoca intensamente los mundos de Murakami y Kundera”. Superficialmente, de Murakami tendría la mezcla de mundo imaginario (aquí las aventuras de un improbable astronauta, Jakub Procháska, que se encuentra en el espacio con una imposible pero imaginaria creatura) y realidades cotidianas, esto último a veces con toque sexuales algo insólitos y con la impresión de que están ahí para cubrir la al parecer irrenunciable cuota. Pero si se va más al fondo, aquí hay más profundidad que en el japonés.
¿Kundera entonces? No me parece que llegue a lo mejor de Kundera. El relato, en toda la primer parte, con esa combinación de viaje espacial y los flashes de la vida del piloto (su padre, un torturador comunista, perseguido cuando cayó el comunismo; Lenka, la mujer del atrevido astronauta, alguien que deja de amarlo por complejos motivos mientras él está en órbita) camina bastante bien. Por desgracia, como sucede tantas veces, al alargarse la narración la última tercera parte deja de tener tanto interés y está resuelta con transcripciones de citas de la tal Lenka con un doctor para explicar los motivos de su desenamoramiento de Jakub. Da la impresión de añadidos para que la novela tenga más páginas.
El estilo es ameno y hay muchos detalles de una observación atenta y curiosa, pero en conjunto la novela deja algo de insatisfacción. El fallo principal está en la trama: cuando esta no es “redonda” los intentos de ocultarlo con imaginaciones más o menos oníricas o con las ya muy vistas reflexiones inspiradas, ahora sí, en “la insoportable levedad del ser” suenan a falso.
De todos modos, es un autor del que se pueden esperar cosas notables.

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