EL CABALLO DE CARTÓN

Nuevo libro de memorias donde el escritor y periodista Abel Hernández retoma los recuerdos de Sarnago, el pueblo soriano donde nació en 1937, a partir del diario que escribió cuando era niño. Evoca anécdotas de las personas que acompañaron su infancia -especialmente de su madre viuda, del maestro y compañeros de clase-, pequeñas experiencias de viajes, la presencia en su vida de los animales y de la naturaleza. Describe costumbres primitivas, un trágico accidente y el proceso hasta que ingresa en el seminario de Logroño.
El autor mantiene el nivel de calidad literaria de su libro anterior -Historias de la Alcaramay desarrolla un estilo depurado que ofrece gran belleza, expresada de un modo realista a la vez que lírico. El uso del castellano es exquisito, sirviéndose de un rico vocabulario que incluye algunos vocablos lugareños, que se explican al final del volumen. Constituye el testimonio de una época, en la que se describe con nostalgia el entorno rural, un mundo desaparecido, con todo lo que encierra de inocencia, indefensión y sobriedad. Los personajes son entrañables y prevalece en todo momento el respeto a la persona, así como los sentimientos de humanidad, aprecio a las tradiciones y veneración a los mayores, especialmente a su madre, a la que parece quiere brindar un homenaje en estas páginas. Hay una leve alusión a la masturbación sin demasiado relieve. Trata con respeto y sin acritud el tema de su entrada en el seminario, explicando la práctica, bastante común entonces, de que familias en situación precaria lo viesen como una solución.

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