- Editorial: AUTOMATICA EDITORIAL
- Año de edición: 2025
- Materia: Narrativa contemporánea
- ISBN: 978-84-10141-11-7
- Páginas: 224
- Encuadernación: Bolsillo
- Colección: < Genérica >
- Idioma: Español
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En 1987 Kuráyev, con casi cincuenta años, publicaba su primera novela, El capitán Dikshtein, su consagración entre los novelistas rusos contemporáneos. En España han visto la luz dos títulos más: Ronda nocturna y Petia camino al reino de los cielos.
La narración se abre con el perezoso despertar de Igor Ivánovich Dikshtein, en una anodina mañana de un día cualquiera en su monótona vida en la ciudad de Gátchina, blanca y helada por la nieve. En la niebla de su espíritu se apunta una personalidad en lucha entre el ensueño y la dura realidad cotidiana. Pero este hombre gris, cuyo objetivo del día se reduce a vender unas botellas vacías para comprar cerveza y celebrar la visita de su hijo, tiene un pasado revolucionario: marinero en el acorazado Sebastopol, se amotinó en 1921 contra los bolcheviques y fue fusilado; pero su nombre permanece, como si regresara a la vida, pues fue adoptado por otro marinero para fabricarse una nueva personalidad.
La novela se estructura en el presente cotidiano del capitán Dikshtein embutido en su nueva vida, tanto que llega a olvidarse de su verdadera personalidad. Y esa bruma que acompaña la personalidad del protagonista la aprovecha el narrador para dar un salto al pasado y narrar con épica vibración los combates en la fortaleza de Kronstadt entre el Comité revolucionario sostenido por mencheviques, monárquicos y anarquistas frente a los bolcheviques: los comunistas apoyados por los cadetes del Ejército Rojo. La historia oficial ha pasado de puntillas sobre los miles de muertos de este levantamiento que pretendía devolver su sentido a la revolución soviética: soviets sí, pero sin comunistas.
Muy interesante el punto de vista del narrador, que se distancia de los hechos y dialoga con el lector para reconstruir la historia con las migajas de detalles verdaderos. Hay que destacar la variedad de registros narrativos y la claridad del lenguaje, dotado de la amable ironía del que, inmunizado ante las ideologías, mira con comprensión las debilidades humanas.
Francisco Andrés
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