EL CASTILLO DE GRIPSHOLM

El castillo de Gripsholm narra como un intelectual alemán recibe de su editor el encargo de escribir una breve historia de amor, algo muy diferente de sus habituales ensayos sobre política y temas de actualidad. Como resultado de aceptar la propuesta, describe en lo que define como “una historia veraniega” las dos semanas de vacaciones en Suecia, que pasó acompañado de su amante del momento, la bella secretaria de un cónsul general. Tras visitar el histórico castillo de Gripsholm, en un pueblo a orillas del lago Mälar, llamado Mariefred, deciden pasar en su recinto el resto de los días de descanso estival. En ese lugar reciben la visita de un amigo íntimo del protagonista, luego la de una amiga de su amante y por último acogen a una niña, escapada de una colonia de vacaciones donde al parecer se maltrata a las pequeñas internas. La obra, fechada en 1931, fue la última publicada por el escritor alemán Kurt Tucholsky (1890-1935) antes de morir, por sobredosis de somníferos, en Suecia donde se había refugiado, huyendo del régimen nacionalsocialista alemán que le había incluido entre los autores prohibidos en su país.
La acción se desarrolla en tono humorístico, aplicado tanto a la precaria remuneración que reciben los escritores en concepto de derechos de autor, como a las diferencias entre suecos y alemanes, sin que eso suponga favorecer especialmente a unos u otros. El transcurso de la relación de pareja está tratado con ironía sutil y amable y con una forma elegante de sugerir sus manifestaciones sexuales. El rescate de la niña que pide su ayuda para huir del siniestro internado al que ha sido enviada al caer enferma su madre, pone la nota humana y realista en lo que de otra manera sería sólo un pasatiempo frívolo propio de unos días despreocupado descanso. Tanto la ambientación como el perfil de los personajes, lo mismo principales que secundarios, destacan por lo cuidado de su elaboración literaria y la viveza de los rasgos que se les atribuyen. Tucholsky se muestra como un escritor clásico, refinado e imaginativo, que sabe descender al terreno de la narrativa sentimental sin perder por ello calidad de forma ni hacer excesivas concesiones a la verosimilitud del contenido. La temática que inspira la trama revela un sentido de la vida hedonista y escéptico, indiferente a normas morales objetivas.

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