EL CASTILLO DE SAINT-CHARTIER

El castillo medieval de la localidad francesa de Saint-Chartier, se convierte en escenario de un extraño suceso que se cobra la vida de su propietario y rehabilitador, el millonario irlandés Charles She nnan. Como aclara el autor, tanto la vieja fortaleza como el pueblo de Saint-Chartier existen, aunque en la novela, la intriga y los personajes son imaginarios. En cambio, la descripción del paisaje rural y de las costumbres de sus habitantes, responden a la realidad y recogen los rasgos peculiares de los habitantes de la comarca. Laurent de Rodergues, un maduro aventurero que regresa a la tierra de sus mayores, establece amistad con el dueño del castillo y le acompaña la tarde en la que se inauguran las obras de su reconstrucción. En lo más brillante de la velada, a la que asisten las fuerzas vivas del lugar, aparece el cadáver de Shennan, en uno de los pasadizos secretos recuperados. Las pesquisas de la policía, tras los interrogatorios habituales, llegan a la conclusión de que se trata de un desgraciado accidente, lo que cierra el caso de modo definitivo. No conforme con esa tesis, Laurent inicia por su cuenta una serie de gestiones que le confirman la hipótesis de una muerte premeditada, si bien no logra reunir pruebas sobre la identidad del asesino. La constancia del improvisado detective parece recompensada al acertar en la aclaración de ciertos hechos que habían escapado a la investigación policiaca. Sin embargo, la incertidumbre permanece en el desenlace del relato, con un final abierto a varias posibilidades para que sea el propio lector quien elija la más conveniente. Las referencias a los numerosos amoríos y adulterios de los personajes centrales, Shennan y Laurent, se limitan a meras alusiones sin entrar en detalles. La obra es la primera novela negra publicada por Ivo Fornesa (Barcelona, 1959) hasta ahora autor de relatos breves y cuentos.

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