EL COMPLOT DE WHITECHAPEL

El superintendente Thomas Pitt, testigo clave en el juicio en el que se condenó a muerte al asesino de un caballero conocido por sus ideas republicanas, es enviado por altas instancias, como represalia, al peligroso barrio de Whitechapel, para que investigue las actividades de los anarquistas. La empleada doméstica de los Pitt y su novio, un joven policía leal al superintendente, prestarán a éste una ayuda decisiva para restablecer su honor y desmontar, a la vez, un peligroso complot.
En esta vigésimo primera entrega de la serie, la autora sigue mostrando su preocupación social al explicar la crítica situación en que se encontraba Londres en 1892, con la reina Victoria al margen de la política por la muerte de su esposo y el príncipe de Gales comportándose de manera poco responsable, mientras extensas zonas de la ciudad, presa de la explotación capitalista y el hambre, se encuentran al borde de la revolución.Sin embargo, esta circunstancia pasa pronto a constituirse en mero telón de fondo de la acción, centrada en las investigaciones de Pitt, su familia y sus empleados, que aligeran mucho la acción y la hacen más dinámica y entretenida que en otros libros de la serie. El estilo sigue siendo pausado, expresivo, correcto y cuidado, y las peripecias de los personajes, aunque en algún momento poco verosímiles, consiguen atraer la atención y proporcionar una distraída lectura.

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