EL DELFIN

Retrata esta novela la figura de un rico terrateniente portugués, delfín de una larga dinastía de hidalgos, dueño de una finca a la que invita a cazar a los amigos. Las circunstancias que rodean la muerte de su mujer y de un criado proporcionan un soporte de intriga al desarrollo argumental.
Con esta novela, que publicó en 1968, Cardoso (1925-1998) se distancia de su anterior línea neorrealista y se orienta hacia tendencias más experimentales, acordes con los gustos vigentes en aquella década. El propósito de profundizar en la psicología del personaje central, ejemplo y símbolo de una sociedad anquilosada, se realiza de modo confuso y elíptico, a través de los recuerdos de un compañero de cacerías de éste, que se refiere a él con cierto distanciamiento, irónico y crítico. La acción se diluye en una densa alegoría donde la descripción paisajística de la comarca en la que se desarrolla, las inquisiciones cuasi policíacas del narrador y los rasgos evocadores de la historia del protagonista se intercalan de modo fragmentario y complejo. El estilo, sereno, cadencioso, muy matizado en el léxico, es el elemento más destacable de esta indagación sobre las razones existenciales de unos seres cuyo estilo de vida se encuentra en vías de extinción.
Cardoso no abusa del tono de denuncia social, ni se interesa demasiado en los aspectos de intriga que encierra la trama. Su postura, más esteticista y reflexiva que dinámica, es la de describir un prototipo del señorito mujeriego, bebedor, caprichoso y poco útil a sus semejantes, que domina a quienes le rodean de forma parecida a como lo hicieron sus antepasados feudales.

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