EL DILEMA

Novela negra con aires románticos en la que todo se plantea de forma familiar y bucólica, incluso ver si hay o no un cadáver en el embalse, como ha declarado una avistadora de aves. Su búsqueda se realiza en plan excursión en un bonito día de primavera donde efectivamente encuentran el cadáver. Una filtración hace que vayan desapareciendo los testigos, las historias de relación entre ellos, los que podrían decir algo acerca de lo que ha ocurrido, así hasta cinco asesinatos. Asesinatos en los que no interviene la pasión: sin rabia ni codicia, ni impulsivos psicológicos motivo por los que son más difíciles de resolver. Estructurada en tres partes la historia está contada en primera persona por Nick, ayudante de la oficina del Fiscal del Estado, que dirige la investigación y rompe los estereotipos, puede, incluso, hasta que se sospeche de él. La narración trascurre con un hilo conductor: la muerte de su propio hijo que no pudo evitar y quiere darle vida con la rehabilitación de los pequeños delincuentes a los que adopta con el corazón. Al thriller, bien escrito, le sobran algunas expresiones irrespetuosas que no encajan con el aire amable que trasmite, aborda temas sobre la justicia, la paternidad, el perdón o la solidaridad. La obra trata de dar normalidad a contextos familiares donde conviven hijos de familias diferentes con padres también distintos en un ambiente idílico y de armonía. Pese a todo, destila nostalgia por la familia. Una trama dinámica y absorbente donde el asesino puede ser cualquiera… he ahí el dilema.
Lee Goodman pesca salmón en verano y trabaja de abogado el resto del año. Escritor de relatos, ésta es su primera novela.

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