EL ECO DE LAS CIUDADES VACIAS

Novela que evoca la dominación de Camboya, en el Sudeste Asiático, en la década de 1970, por la dictadura comunista de los llamados “jemeres rojos”. Este régimen, de brutalidad insuperable, dejó, al caer en 1979, el país sembrado de cadáveres y provocó la huida de miles de sus habitantes. La obra está protagonizada por algunos de estos fugitivos, niños huérfanos que llegaron a Canadá y allí fueron adoptados. Ya adultos, se ven todavía marcados por la pesadilla del recuerdo de los horrores vividos en la infancia, aunque hayan logrado integrarse en su nuevo país y se hallen profesionalmente bien situados. La autora, nacida en Vancouver, de familia procedente de China y Malasia, no describe experiencias personales aunque se refiere a vivencias que ha dejado honda huella en su entono de emigrantes asiáticos. Con ritmo narrativo pausado, impregnado de sentimientos de dolor, deja que sean seis personajes quienes, en primera persona, cuenten su historia y en algún caso su regreso al país de origen, en busca de familiares dados por desaparecidos que podrían estar vivos. Cada uno en un capítulo, explican sucesivamente, los hechos más importantes de su vida personal, dentro y fuera de Camboya, y los sufrimientos, miedos y pérdidas afectivas que aún no han logrado superar. El hermetismo expresivo que caracteriza a todos ellos, hace más sombría su historia y desorienta al lector sobre lo que les sucede. Debido a este rasgo, su configuración humana les hace aparecer como supervivientes sonámbulos de situaciones que pese a estar descritas someramente, se adivinan terribles. La novela, segunda publicada por la autora, está bien escrita, con estilo cuidado y vocabulario muy rico y encierra una crítica realista y veraz del totalitarismo comunista.

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