EL EMBRUJO DE SHANGAI

Historia de un adolescente barcelonés, en los años 40. En un clima de posguerra, con grandes dificultades económicas y profundas disensiones sociales, el protagonista se hace amigo de una vecina de su edad, enferma de tuberculosis. Al visitarla conoce también a su madre y a los compañeros de su padre, miembros, como él, del "maquis" antifranquista que operaba en los Pirineos. A pesar del exotismo sugerente del título, la obra, en la que hay mucho de autobiográfico, encierra la evocación realista de una época y unos lugares muy significativos para el autor, y la parábola del desencanto de unos hombres que lucharon por unos ideales que no llegaron a realizarse. Con lenguaje directo y popular, a veces demasiado sencillo y poco elaborado, pero siempre claro y expresivo, la acción fluctúa entre la crónica, la intriga y la fabulación en una mezcla que reúne los mejores elementos que posee la narrativa de Marsé. También hay algún peligroso acercamiento al melodrama, compensado en parte por el humor esperpéntitico de otros pasajes.
Que "los sueños juveniles se corrompen en la boca de los adultos", según la frase con que comienza la narración, es también su tesis central. Toda ella es la historia de un desencanto, referido a la condición humana en general y a la militancia izquierdista en particular. Frustración, fracaso y sensación de traición son los sentimientos que impregnan esta historia, en la que hay más imágenes que tesis filosóficas, más nostalgia que compromiso y más sensualidad que erotismo.

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