EL ENIGMA TURING

David Lagercrantz, elegido como sucesor para continuar la serie Milleniun, regresa con El enigma Turing, novela de intriga que arranca en 1954 cuando en la pequeña ciudad inglesa de Chesire Wilmslow un matemático llamado Alan Turing es encontrado muerto de forma extraña ya que en la mesilla hay una manzana con restos de cianuro. La investigación sobre lo que parece ser un suicidio corre a cargo de Leonard Corel que en sus averiguaciones obtendrá sorprendentes datos acerca del fallecido. Turing fue un hombre infeliz y promiscuo que desafío a su época, alguien que por su condición de homosexual fue víctima de experimentos científicos, manipulado y perseguido por los comunistas, y que a su vez desempeñó actividades secretas durante la segunda guerra mundial e incluso ayudó a descifrar un código de los nazis ya que era experto en maquinas hasta el punto de considerarlas tan importantes como las personas, una revolucionaria teoría que defendió toda su vida. Corel, cada vez más intrigado por la poliédrica personalidad del matemático indaga hasta descubrir una red de turbios intereses en la que él mismo se ve peligrosamente involucrado.
El libro amalgama elementos propios del género con registros científicos y el autor enhebra hábilmente aspectos biográficos del protagonista con la investigación policial y alguna descripción de la mentalidad que dominó Inglaterra y parte de Occidente durante la Guerra fría. Lagercrantz logra una trama con buen ritmo en la que se adentra en un elaborado estudio del controvertido protagonista. Los numerosos diálogos y comentarios que en algún caso rozan la erudición, especialmente en torno a la teoría mecanicista, hacen que el estilo se aparte de lo que es habitual en las novelas negras. Su lectura resulta interesante.

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