EL HIJO PERDIDO

Marghanita Laski (1915-1988) nació en el seno de una familia de intelectuales judíos y se formó en Oxford. Este bagaje cultural le ayudaría a desenvolverse correctamente tanto en el terreno periodístico como en el literario, escribiendo ensayos, biografías, relatos, cuentos y novelas. El hijo perdido (1949) es una de sus novelas más destacadas y aparece ahora por primera vez publicada en castellano.
Hilary Wainwright, que ha estudiado en Oxford, es una joven promesa de la poesía inglesa en los años previos a la Segunda Guerra Mundial. Mientras disfruta de una beca en Francia conoce a Lisa, una joven católica sin más familia que unas tías polacas mayores que no tendrán inconveniente en permitir la boda de los dos jóvenes. Del inmenso amor que se profesan nacerá John, pero Hilary, ya movilizado por la guerra, sólo tendrá ocasión de ver a su hijo recién nacido el día siguiente a su nacimiento. Lisa, miembro de la resistencia francesa, será asesinada en 1942 por la Gestapo no sin antes haber entregado al niño a una amiga para que lo ocultara.
Conocedor de la muerte de Lisa, Hilary piensa que algún día podrá recuperar a su hijo, pero pasado un año le llega la noticia de que han dado a John por perdido al haber sido asesinada la mujer que se hizo cargo de su cuidado. Sin embargo, al acabar la guerra, un miembro de la resistencia cree haber conseguido una pista plausible para encontrar al niño. Pero han pasado cinco años, ¿será posible reconocer en ese pequeño a su propio hijo?
Marghanita Laski escribe una magnífica novela, que bien podría ser atemporal, pero que enmarca en un pueblo francés de 1945, todo él ruina, fealdad y desolación como el alma del propio protagonista. Hilary es un hombre cansado de sufrir, de conocer el amor para luego perderlo. Centrada en la búsqueda de un niño, la novela está dirigida, sin embargo, al anhelo que toda persona posee de ternura y felicidad.
La autora se inclina por la sencillez y la rotundidad en los diálogos, con razonamientos elocuentes que van directamente a la cabeza y el corazón del protagonista manteniéndoles en continua lucha.
El hijo perdido es la búsqueda de un hombre para encontrarse a sí mismo, para asumir su propio sentido de pérdida y obtener el valor para volver a amar.

Encarnita Herraiz