EL HIJO

“El hijo” podría haberse llamado “La saga de los McCullogh”. Nos cuenta la historia de esa familia desde mediados de siglo XIX a mediados del XX. El relato arranca con Eli McCullough el primer varón nacido en Texas, una República también recién nacida. Una noche de 1849 Eli y sus hermanos han cenado con su madre; su padre no está. Oyen ruidos fuera y a los pocos instantes aparecen los comanches que asaltan la casa, la saquean, destrozan los muebles y terminan con la vida de su madre y su hermana, no sin haberlas violado antes delante del propio Eli, de 13 años, y su hermano. Una escena atroz que marca a los dos hermanos a los que después raptan los comanches. A partir de ahí Eli sabe que está a merced de esos hombres violentos y sanguinarios, y que si quiere salvar su vida tiene que adaptarse a sus deseos y a sus costumbres. Y así lo hace, con fuerza y coraje, hasta conseguir que el jefe indio lo adopte como hijo; mientras su hermano, más sentimental y menos luchador, no resiste y muere. Tras este fuerte inicio, la novela recoge la vida de Eli entre los comanches, hasta hacerse hombre y regresar al mundo civilizado; los arrestos y la energía que no le faltaron de niño tampoco le fallan ahora y emprende la creación de un rancho con ganado, hasta llegar a ser un rico hacendado. Una fortuna “construida sobre litros de sangre”, en una versión violenta y cruda del crecimiento norteamericano. Su hijo Peter, heredará esa fortuna y su poderío, hasta llegar a la tercera generación en la que Jeannie, su biznieta, asume la etapa de la conversión de ese emporio ganadero en lo que va a ser la riqueza y el poder en el siglo XX: el petróleo y las finanzas. La dureza y violencia de algunas escenas y las descripciones sexuales hacen aconsejable su lectura a personas formadas.
Meyer tiene una escritura ágil, realista, con fuerza expresiva y dramática, una prosa clara, buenas descripciones y ritmo narrativo. Plasma también las motivaciones, los sentimientos, los miedos y las pasiones de los protagonistas, que tienen personalidades creíbles, con sus virtudes y defectos. La estructura de la novela alterna capítulos de la vida de Eli con los de sus hijos y la biznieta, resulta buena. Se lee con gusto y capta la atención, pese a su metraje (688 páginas), porque no es un argumento repetitivo y son variados los personajes, ambientes y sucesos que se nos van contando. “The son” ha servido como argumento de una serie de TV.
Philipp Meyer (Nueva York 5/01/1974) después de trabajar en campos tan variados como un fondo de inversión suizo, obrero de la construcción o técnico de emergencias, consiguió en 2005 una beca que le permitió escribir su primera novela, American Rust. Con esta novela, “El hijo”, fue finalista del premio Pulitzer en 2013.

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