EL HOMBRE DEL ABRIGO

Ensayo sobre la figura humana y la calidad literaria del escritor ampurdanés Josep Pla (1887-1981). Esta obra obtuvo el Premio Josep Pla 1998.
Puig (Palma de Mallorca, 1949) indica en el epígrafe introductorio el que será el tono de toda la obra: "Elogio de Josep Pla", al que conoció personalmente, y también su obra, en su propio ámbito doméstico, con motivo de algunas estancias del escritor en Sóller y Palma. El título alude a su vestimenta más habitual. Expone las razones por las que no hace una biografía ni un análisis estilístico o de otras facetas, sino que su postura es de agradecimiento, como lector y escritor. Le considera como un "curioso de profesión", término que toma del propio Pla en sus "Cartas de Italia", en el sentido intelectual y amable, y a su literatura, de "vitalidad inteligible y activa, constructiva y expresiva". Recorre brevemente su relación con la lengua y la literatura catalanas. Como periodista de su tiempo, alude a su desconfianza hacia regímenes políticos del momento que, como el comunismo, acabaron negando la libertad de la persona. A causa de una serie de experiencias, Pla no creyó en el progreso moral ni histórico, y se inclinó por la armonización, desde un punto de vista político y filosófico, del orden con la libertad. Cita a numerosos escritores, críticos literarios, filósofos, etc., para avalar lo que expone. Traducida la obra por el mismo autor, el estilo es fluido, ágil, con abundantes datos y cuidado, de amena lectura.

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