EL INDIVIDUO FLOTANTE

Estamos ante un libro que ha pasado desapercibido, a pesar de que advierte de un fenómeno sumamente inquietante: Marino Pérez, psicólogo y ferviente enemigo de lo que llama cerebrocentrismo, se percata de la paradoja de nuestra forma de socialización. Así, a través de su estudio y trabajo, se propone reflexión sobre la soledad y el exacerbado individualismo en tiempos de redes sociales. Ahora bien, no es un libro fácil porque Pérez incorpora muchas referencias y elabora un trasfondo lleno de ideas importantes para poder llevar a cabo una diagnosis de la situación lo más atinada posible.
Su perspectiva es científica: de hecho, parte de la irrupción cultural del individuo autónomo, centrándose en el sujeto como el centro de habilidades y de conciencia religiosa. Digamos que trata de llevar a cabo una refundación del espacio antropológico y psicológico para advertir de cómo emerge la individualidad utilitarista y expresiva. De este modo, recorre la evolución entre la irrupción del yo en la Modernidad y su apoteosis en el mundo contemporáneo.
Ahora bien, ¿qué papel juegan las redes en toda esta visión histórica? A juicio de Pérez, estos mecanismos tecnológicos no ayudan a la interrelación, sino que son artificios para la expresión solipsista de uno mismo. Dichas tecnologías, afirma en un momento dado, parece que “estuvieran diseñadas para la gloria y la alabanza del yo: su exhibición y búsqueda de seguidores y de aprobaciones”. Pero no se queda ahí su visión negativa de las redes, porque como psicólogo se ha dado cuenta de que eso repercute pésimamente sobre la salud psíquica de las personas. Aunque Pérez habla una y otra vez de las redes, en realidad su atención recae en lo que supone la tecnología, la manera en que esta sitúa al ser humano en el mundo, dejándole en el centro, pero vacío.
El autor no parte de esta tesis: son conclusiones a las que llega; de este modo, el lector encontrará datos que confirman lo que se dice. Por ejemplo, hay estudios que no solo ponen de manifiesto lo que implica la personalidad neurótica, sino cómo una exposición determinada a las redes suscita el malestar psíquico. Lo mejor del libro es la combinación de dos niveles: el de los hechos y el de las reflexiones de tipo psicológico y filosófico, que detalla cómo el fenómeno de la tecnología arranca del individualismo moderno.

TROA