- Editorial: NUEVO INICIO
- Año de edición: 2019
- Materia: Libros de espiritualidad
- ISBN: 978-84-120514-0-7
- Colección: < Genérica >
- Idioma: Español
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Añadir a mi cestaEscucha. Seas lo que seas en la vida, hagas lo que hagas, estés donde estés, acuérdate de esto: todos los días rezaré por ti. En algún lugar de la cristiandad una mujer reza por ti, una pobre monja, una simple monja. (
) y tú reza por mí, reza también por mí. Un lazo espiritual nos unirá, esta cita del escritor francés Charles Péguy (1873-1914) pertenece a su obra El misterio de la vocación de Juana de Arco, una breve obra de teatro fragmentaria y complementaria a El misterio de la caridad (Encuentro), que profundiza en las virtudes teologales, en la humildad, en la vida de la Iglesia y en la comunión de los santos.
A través de la interacción que mantienen los tres personajes (Jeannette, la santa francesa de joven; la monja Madame Gervaise; y Hauviette, amiga de la primera), el autor expone sus inquietudes y preocupaciones sobre su tiempo: la Francia secularizada, la cristiandad, la zozobra del hombre contemporáneo, la misericordia divina, el perdón, la purificación de los sacramentos, la importancia de la oración, el descubrimiento de la vocación, la gracia, la salvación, el asombro ante la creación o el amor a los enemigos son algunos de los temas que encontramos en la lectura.
Si bien, es importante advertir que la exposición puede resultar en ocasiones contradictoria por las invitaciones a hacer la guerra santa contra los infieles (referencias a los ingleses o a las cruzadas), esto se debe al contexto en el que se enmarca la acción: el mundo medieval. Por tanto, como subraya en la introducción Javier Martínez, esos juicios quedan hoy y en la época de Péguy fuera de todo lugar, siendo tan solo licencias literarias para encuadrar el texto.
Este libro es una buena oportunidad para comprender aún más el pensamiento peguiano, la modernidad, la secularización y el amoroso y esperanzador abrazo de Dios hacia el hombre: Nunca el hombre os ha faltado tanto, y nunca Vos le habéis faltado tanto al hombre. Y sin embargo. Nunca el hombre le ha faltado tanto a Dios. Y sin embargo, estabais hechos el uno para el otro. Vos le habíais hecho para Vos. Pablo Ortiz Soto.
Pablo Ortiz
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