EL NIÑO QUE MORDIÓ A PICASSO

Roland Penrose, pintor y escritor inglés, y su mujer, la fotógrafa Lee Miller, fueron amigos del pintor Pablo Picasso, quien les visitó en su granja de Sussex en la década de 1950 y a quien ellos a su vez visitaron en sus casas del sur de Francia.Testigo de estos encuentros fue Antony, el hijo de los Penrose, nacido en 1947 igual que Claude, hijo de Picasso y Françoise Gilot, y actual director de los archivos fotográficos de su madre. En esta breve narración autobiográfica, recoge sus recuerdos de infancia relacionados con el trato de sus familiares con Picasso, en especial la ocasión en que siendo él muy pequeño, llegó a morderle, recibiendo a su vez un mordisco del artista. El texto breve y sencillo es, por una parte, un homenaje a Picasso y por otra, constituye el apoyo del álbum de las fotografías que Lee Miller hizo a este y a algunas de sus obras, cuadros, esculturas, cerámicas, etc. El conjunto es interesante como introducción al conocimiento de la labor creativa del artista malagueño y a la vez como ejemplo de un reportaje gráfico de buena calidad, de acuerdo con los medios disponibles a mediados del siglo XX. El autor, apoyado en el archivo materno y en algunos simpáticos dibujos infantiles encargados especialmente para esta edición, ofrece un relato amable y expresivo sobre la dimensión más humana y cordial de un hombre complejo y de carácter difícil.

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