EL REY TRAIDOR

La obra recoge las investigaciones del autor, destinadas a confirmar documentalmente que el depuesto rey de Inglaterra Eduardo VIII perdió el trono el 10 de diciembre de 1936 debido a sus simpatías hacia el nacionalsocialismo alemán. Después de su abdicación continuó sus contactos con los políticos nazis al menos hasta 1940, fecha en la que se detiene Allen, por considerar que a partir de entonces las posiciones ante la guerra quedaron fijadas definitivamente. La obra, escrita a modo de informe, con un estilo seco y preciso, ajeno a preocupaciones literarias, tiene indudable interés historiográfico, pese a que el autor no ha logrado hallar documentos nuevos especialmente significativos que existieron pero que, según afirma, los británicos han hecho desaparecer. En todo caso, es posible apreciar el frenético acontecer político y militar que trastornó a Europa a lo largo de los años treinta y el complejo entramado del espionaje de la época, todo ello expresado en términos claros.

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