EL SIGLO DEL POPULISMO

Por lo que se ve, el populismo se ha convertido en un fenómeno que se va a quedar con nosotros mucho tiempo. Aunque existen muchos libros sobre la cuestión, el que acaba de traducirse del francés, escrito por el sociólogo francés Pierre Rosanvallon, es uno de los mejores. Ronsavallon explica que el populismo no tiene unos perfiles definidos y parte de su dificultad estriba en que aceptan el juego de la democracia liberal.
Originariamente, el populismo explota la diferencia entre el pueblo y las élites, puesto que se basa sobre todo en construir proyectos políticos desde la base. Por esta razón, lo importante es ser capaces de asegurar la movilización, con lo que quienes se inscriben dentro de estos movimientos prefieren decantarse por lo emotivo que por lo racional. De hecho, según Rosanvallon se trata de una forma de entender la política que prescinde de la argumentación racional, tal y como pone de manifiesto actuaciones recientes.
Junto con la base popular, para aglutinar y enardecerla todo populista ha de buscar un chivo expiatorio: la casta, por ejemplo. La idea es transmitir que este último ha cortocircuitado las demandas de la ciudadanía, se ha convertido en el dueño de privilegios incomprensibles y se ha alejado del electorado de un modo injustificado. El populismo promete reducir la distancia entre votantes y cargos electos.
Rosanvallon es inteligente a la hora de denunciar las deficiencias democráticas de los movimientos populistas. Pese a que pretenden venderse como una suerte de acentuación de la democracia, en realidad, se demoniza la oposición política y se suelen establecer redes clientelares. En definitiva, el pueblo pasa a depender del poder omnímodo que acapara el líder. Un libro muy recomendable.

TROA