EL ÚLTIMO TUAREG

Relato de aventuras cuya acción transcurre en torno al Sahara, cuando los antiguos nómadas del pueblo Tuareg substituyen sus tradicionales correrías en camello por los transportes en camioneta a través de las arenas del desierto.
El cambio les obliga a variar sus ancestrales formas de vida y afincarse en viviendas permanentes que forman parte de las ciudades y pueblos subsaharianos. El joven tuareg Gacel Mugtar, antiguo guía de caravanas, dedicado ahora a conducir camiones de transporte, se integra en un grupo de su etnia que lucha por mantener las tradiciones y se oponen al excesivo rigor y métodos violentos del radicalismo islámico. A Gacel se le encarga la destrucción de una partida de ex mercenarios del dictador libio Gadafi, en paro tras su muerte, que aspiran a unir sus fuerzas al terrorismo islamista que actúa en la región. Los tuaregs aparecen como musulmanes moderados que abominan de los extremistas y los combaten a muerte como falsos intérpretes del Corán. De acuerdo con las instrucciones recibidas, el protagonista ataca a los mercenarios desde las sombras de la noche y logra dispersar a la partida después de eliminar a la mayor parte de sus componentes. Tras el éxito alcanzado, deberá intervenir en la liberación de varios cooperantes europeos tomados como rehenes que serán asesinados de no acceder a las demandas de los terroristas. El autor destaca el espíritu abierto, noble y valeroso de los últimos tuaregs, a los que presenta como practicantes de un Islam suavizado que lucha a muerte contra los violentos guerreros de la Yihad. En esta ocasión, el veterano Alberto Vázquez Figueroa (Santa Cruz de Tenerife, 1936) abandona cualquier propósito literario para ofrecer un relato plagado de tópicos y desprovisto de la indudable fuerza de la mayor parte de su extensa obra de creación novelística, algunos de cuyos títulos (El perro, Ébano, Tuareg) fueron llevados al cine con notable éxito.

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