EL VERANO DE MI VIDA

La obra plantea una típica crisis matrimonial de la mediana edad, sufrida por una mujer que se siente muy sola porque su marido viaja constantemente por motivos de trabajo y sus dos hijos se han independizado de la familia.
La protagonista, decide súbitamente abandonar su elegante casa de New Jersey y dejar atrás veintiséis años de matrimonio con un ejecutivo de ventas muy bien situado. Ella se instala en un pueblo costero de Carolina del Sur, donde no tarda en encontrar trabajo y vivienda, mientras que él permanece en el domicilio familiar. Al contrario, el ex marido sufre graves dificultades profesionales y económicas. La acción narra en planos paralelos el modo cómo afronta la nueva situación cada uno de ellos, de acuerdo con sus circunstancias y su modo de ser. El tratamiento argumental refleja con realismo situaciones muy frecuentes en la sociedad actual, la ambientación está bien conseguida y los personajes son convincentes, aunque algo tópicos, en su perfil humano. Sin embargo la autora, en esta primera novela, no ha logrado transformar su retrato social en autentico tema literario, por falta de dominio de los recursos técnicos del género narrativo. Secuencias demasiado largas y repetitivas, diálogos recargados de palabras y episodios poco relevantes hacen que la tensión de la trama pierda fuerza y se resienta el interés del lector. Tampoco el estilo, sencillo y pobre en recursos expresivos, contribuye a compensar por vía estética los defectos antes señalados. El problema de fondo que centra el argumento queda bien resuelto, pero el desenlace se basa en unos principios morales demasiado débiles para tener presencia activa en la conducta moral de los personajes, como se manifiesta en la relación extraconyugal de la protagonista y el suicidio de una anciana, enferma terminal de cáncer.

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