EL VIOLÍN QUE ESTABA TRISTE

El protagonista de esta historia es un violín firmado por A. Stradivarius que lleva muchos años olvidado en un desván de Hamburgo. Su anterior dueño fue un famoso intérprete vienés del siglo XIX, dejó de tocarlo progresivamente, en favor se otros instrumentos de calidad similar pero más dóciles a la voluntad de sus intérpretes. En agosto de 2015 una niña española de doce años que se ha trasladado a vivir a Hamburgo con su familia oye sonar al violín en la buhardilla de la casa donde vive y se asombra al comprobar que sin que nadie lo toque interpreta siempre el mismo concierto de Mendelssohn. Poco a poco el delicado instrumento le cuenta su historia y como se puso a sonar al darse cuenta de que la nueva inquilina, que en España asistía a clases de violín, sabría escucharle y comprenderle. La obra escrita como una historia fantástica, impregnada de amor a la música clásica, encarna en el Stradivarius la problemática del intérprete que pierde la fe en sí mismo por una mala actuación y necesita ayuda para recuperarla. La autora en el prólogo anima a sus lectores a iniciarse en el conocimiento de la obra de los grandes compositores europeos del siglo XIX comenzando por ese concierto en mi menor donde toda una orquesta trabaja en beneficio del lucimiento del violín.

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