EL ZOOLÓGICO DE LOLITA

Lolita se fue a estudiar a China y después se quedó a vivir allí. Sus primos españoles, más pequeños que ella, le piden que vuelva, pero la protagonista, para justificar que no lo hace, les escribe contándoles que está encargada del zoo y no puede abandonar a sus animales. En cada carta añade uno más a la serie -tortugas, búhos, camellos, un oso polar, una jirafa, etc.y a todos les atribuye caracteres y conductas muy peculiares. Paralelamente, en un plano más real, la obra narra la relación de la protagonista con un anciano campesino que le ha alquilado la casa donde vive, y al que cuida cuando comprende que está próximo a la muerte. La obra es original y está escrita con mucha imaginación, pero su desarrollo argumental es algo precipitado e inconsistente, ya que la coexistencia de dos subtramas narrativas no se ha logrado conciliar de modo consecuente en un mismo y único desarrollo argumental. El estilo es sencillo, sin pretensiones estéticas, y el contenido, variopinto y superficial, no conduce a otra enseñanza que la ternura con que Lolita cuida al campesino solo y enfermo al final de sus días. En cuanto al destino de éste al morir, la autora mantiene una postura un tanto ambigua, teñida de frivolidad.

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