EN NOMBRE DE LA TIERRA

Novela formada por el largo monólogo que un anciano juez, recién internado en una residencia geriátrica, dirige a su mujer, muerta tiempo atrás a consecuencia de una fuerte demencia senil. El protagonista evoca la juventud de ambos, su matrimonio, el crecimiento de sus tres hijos, experiencias profesionales, el inexorable avance de la decadencia física de unos cuerpos antes sanos y vibrantes, y el deterioro de la lucidez de sus mentes. Ferreira (1916-1996) cultivó primero la novela neorrealista, para derivar después del compromiso sociopolítico a la reflexión existencial. Esta obra, fechada en 1990 y segunda de las suyas en traducirse al español, aborda el problema de la vejez en tono dolorido y amargo. Algunos momentos de intensa fuerza lírica, dedicados a los recuerdos más lejanos y juveniles, relacionados con el primer tiempo del amor, alternan con otros, mucho más frecuentes, marcados por la resistencia a aceptar la pérdida de asideros materiales y afectivos en los que anclar los años de ancianidad. El dolor físico, la incapacidad para ser autosuficiente, el ver retratada en sus coetáneos la propia devastación corporal, se sienten como imposiciones de obligada aceptación, pero en el fondo se rechazan por no comprender el sentido último de la vejez y la muerte. Dramática y pesimista con respecto al sentido de la propia vida y de la relación con los demás, la obra está muy bien escrita, en una línea estilística clásica y depurada. Su lectura resulta estéticamente grata, pero el contenido, que transparenta la influencia del pensamiento existencialista (Sartre sobre todo) es negativo y deprimente.

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