ESCRITORES DELINCUENTES

El libro se puede considerar hibrido entre biografía y ensayo ya que reúne y estudia las vidas de quince escritores que cometieron delitos y acabaron en la cárcel por diversos motivos: robo, asesinato, etc. Se trata de breves perfiles de figuras entre las que se encuentran François Villon, Anne Perry, William Burroughs o Carlos Omntenegro. También hay referencias a Cervantes, Álvaro Mutis, André Malraux o Paul Verlaine, hasta un total de setenta personajes. Lógicamente se trata de retratos psicológicos muy resumidos, en los que se destacan principalmente anécdotas delictivas. El libro está correctamente escrito, con estilo ágil y ameno y un lenguaje sencillo. Se analizan los diferentes caracteres, su infancia traumática en algunos casos, las posibles causas de su comportamiento, así como el dato de que muchos de ellos se convirtieron en escritores tras su paso por la cárcel. Lógicamente, aparecen referencias a conductas inmorales de todo tipo y breves apuntes de sexo. De fondo se advierte cierto relativismo moral. Finalmente, el autor escribe acerca de los lugares comunes de la actuación de estos personajes así como los posibles recursos a los que los convictos recurrieron: la religión entendida en un sentido amplio como espiritualidad, la droga, la familia en algunos casos, y la escritura como válvula de salvación. Se incluye un breve comentario acerca de otros muchos casos de escritores delincuentes y unas someras reflexiones acerca de la justicia y la culpa culminan el libro.

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