FLORES PARA MIS VECINOS

En la casa colindante con la del niño que protagoniza este cuento vive un anciano matrimonio que no puede ya cuidar su jardín y añora las bellas flores que vieron en otros países cuando eran más jóvenes y podían viajar. Al oírles comentar con pena esta situación el pequeño se dedica a hacer con papel flores de brillante colorido que una noche coloca entre los arbustos de los vecinos. Sus padres no aprueban esta idea pero en cambio deciden comprar en el vivero arbustos nuevos y plantarlos en el jardín de al lado para alegrar la vida a sus propietarios. La obra, a través de una historia muy sencilla, enseña a apreciar la belleza de las flores y a distinguir sus colores y, por otra parte, destaca la importancia de prestar atención a las necesidades ajenas y en lo posible contribuir a satisfacerlas, lo que en definitiva produce tanta alegría a quien recibe la ayuda como a quien la presta.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa