FRÍO

Novela realista que se centra en el problema de la anorexia desde una perspectiva cruda y sin tapujos. Lia tiene dieciocho años y desde hace tiempo está inmersa en una espiral autodestructiva, en la que toda pérdida de peso le parece un triunfo personal. El eje narrativo son las batallas que libra con sus trastornos alimenticios y las negativas repercusiones en su salud y en las relaciones familiares. La acción se sitúa en New Hampshire, Ohio, donde Lia, rodeada de un entorno familiar roto, se obsesiona con la muerte de su mejor amiga, también bulímica, de la que se siente culpable. El uso de un formato en el que se reflejan a la vez los verdaderos deseos de la protagonista y el enfermizo control sobre ellos, resulta acorde con una trama llena de dramatismo y de dolor físico y moral. El continuo diálogo interior de Lia ocupa buena parte de la narración dejando entrever un conjunto de sentimientos oscuros y de aversión hacia sí misma, fruto de una mente perturbada. No se ahorran detalles desagradables acerca de su deterioro físico, de sus sangrientas autolesiones y, sobre todo, se describe de modo convincente su distorsionada percepción de ella y de los demás. Aunque el libro puede resultar ilustrativo en lo que se refiere a la naturaleza de una enfermedad frecuente en la adolescencia, no es una lectura para todo tipo de público por el modo tan explícito con que se plantean los temas más escabrosos.

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