GANCHO CIEGO

Gancho ciego es una novela policiaca y hasta de género negro, ya que la vida de los delincuentes es una parte importante de la narración. Transcurre en un puerto que, aunque no aparece el nombre, es de suponer que Antonio Flórez Lage (A Coruña, 1977) se ha inspirado en Las Palmas, ciudad en la que vive.
El protagonista es García, un policía ya mayor, marginado por sus compañeros y sus jefes por un episodio equívoco que ocurrió cuando era joven, pero que es el mejor conocedor del puerto, de sus jefes y empleados y de todo lo que ocurre allí. A través de los conteiners que llegan a puerto se pasa todo tipo de mercancía, sobre todo droga, pero también personas. Precisamente el título de la novela es el de un sistema conocido para poder manipular los conteiners e introducir a través de ellos la droga.
García está divorciado o separado (una constante en casi todos los personajes de la novela actual del género), vive solo, de mala manera, con poco orden, sin afán e ilusión por nada, y vagueando todo lo que puede en su trabajo. Le remuerde la conciencia un caso de cuando comenzó a trabajar en el puerto, porque piensa que no hizo bastante para resolverlo. Junto a él, un policía joven, en prácticas, el “Tempranillo”, lleno de alegría, jovial, con ansias de comerse el mundo. García tiene que enseñarle todo; le toma cariño y en la trama de la novela va a convertirse en una figura importante.
El asunto fundamental es la corrupción entre funcionarios y la connivencia con el crimen organizado, la mafia rusa que opera en el puerto, y los pequeños delincuentes, que son los que realmente se la juegan. Nadie está limpio en esta novela y todos los papeles están representados: hay jefes sin escrúpulos, chivatos que pierden su vida cuando los descubren, ejecutores y otros que encubren… pero también hay buena gente.
Y en medio de todo García, al que los jefes apartan del caso fundamental, pero que como es el que conoce la dinámica del lugar acabará -ya que no ha dejado de investigar por su cuenta- desentrañando el sistema y resolviendo la situación.
La mayoría de los personajes son inmorales, pero queda claro en el relato y no se justifica. García es un cínico amargado que quiere resolver las cosas de una vez, aunque sus métodos tampoco sean muy aconsejables.
La novela tiene un ritmo narrativo excelente y la tensión es constante, subiendo en muchísimos momentos. El final, que parece que se va a precipitar, está muy bien montado y al acabar se tiene la sensación de haber leído una novela redonda. En resumen una buena novela, con buen argumento, buena trama y bien escrita.

TROA