GRANDES PECHOS, AMPLIAS CADERAS

Grandes son los pechos de Madre, que amamanta a su hijo varón hasta los siete años, y amplias sus caderas que han parido a siete niñas hasta que ha llegado el deseado varón, después de buscar la semilla en varios hombres de la aldea. Madre es una mujer de la China rural, del concejo de Gaomi, que sufre humillaciones por parte de su suegra y de su marido por tener sólo niñas. Su historia es la lucha de una mujer por sacar adelante su numerosa prole sin ayuda masculina. En cuanto las hijas crecen se enamoran de quien no deben: soldados que luchan contra la invasión de los japoneses en 1945.
Mo Yan narra con un realismo muy descriptivo y minucioso. Nos proporciona a veces un estrecho foco de la realidad: el que tienen sus protagonistas inmediatos y apenas aporta datos históricos o amplía el contexto al lector. Es poético y crudo a la vez, aunque predomina en su desarrollo literario lo lírico y metafórico. Se ha mencionado su realismo como tremendismo, pues describe luchas y muertes, violaciones y hambrunas, pero sin cargar excesivamente las tintas ni recrearse en lo terrible. También muestra cierta sexualidad implícita, como un peaje del sometimiento de la mujer, pero sin descripciones eróticas. Mo Yan muestra las penalidades de las mujeres en la China rural a la vez que su gran fortaleza y su capacidad de ser eje y sustento de la familia. Eso simboliza su constante descripción de los pechos de las mujeres. Además, el narrador es Jintong, el niño protagonista y amamantado que se regocija no sólo con los pezones de su madre. Sin sensualidad, Mo Yan muestra la desnudez y la poesía inscrita en la anatomía femenina.
La dura situación de la mujer en China y la guerra mantenida contra los nipones que derivó en una guerra civil desde 1946 a 1949, queda patente en esta novela épica que narra una saga familiar, sin desentenderse de situaciones chuscas, de amores trágicos y de peculiaridades rurales.

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