¿HA ENTERRADO LA CIENCIA A DIOS?

Son muchos los intelectuales, profesores y científicos que, en el ámbito anglosajón, se preocupan por temas vinculados con la teología natural. Es el caso, por ejemplo, de McGrath o Richard Swinburne, que, además de actualizar y repensar sobre las posibles pruebas racionales acerca de la existencia de Dios, han ayudado a poner de manifiesto la frivolidad con que los llamados “nuevos ateos” critican la fe. En esa línea se encuentra también John C. Lennox, doctor por Oxford, que se propone en este ensayo -divulgativo y accesible- no solo mostrar que la razón puede llegar a Dios, sino que no existe ningún conflicto entre ciencia y religión. La cuestión no es baladí: basta echar un vistazo a la prensa europea, especialmente española, para darse cuenta de que la concepción que tienen es la escéptica y atea que promueva la revista Scientific American.
Lennox rastrea el debate entre ciencia y religión, fijándose especialmente en los momentos en que irrumpe el conflicto, como en el caso de la teoría de la evolución darwininista. La conclusión a la que llega -que es más coherente con la ciencia una concepción teísta que ateísta- se deduce argumentativamente y es fácil que el lector alcance las mismas deducciones. Lennox muestra la típica claridad inglesa y parte, por tanto, del sentido común para combatir los dogmatismos cientificistas de Russell, Hawkinn o Wilson, aclarando que lo que resulta contario a la ciencia es el naturalismo.
Atendiendo al desarrollo científico, a lo que conducen los últimos descubrimientos es al asombro y maravilla ante la estructura del universo. De hecho, se puede discutir si existe o no Dios o si la ciencia puede, en su caso, demostrarlo, pero de lo que no hay duda es del “cimiento en que esta se apoya: la inteligibilidad del universo”. Lennox explica las tesis teístas a partir de, entre otras, de la teoría del ajuste fino, repasa los límites de la cosmología científica y revela los límites de las explicaciones científicas. El libro permite entender algunos de los debates contemporáneos más importantes y que más cruciales resultan para la fe religiosa, como la causa del universo, el origen de la vida y las explicaciones materialistas que operan como prejuicios en el campo de la ciencia.

TROA