HACE MIL AÑOS QUE ESTOY AQUÍ

La acción de esta primera novela publicada por la autora (n. 1961) se extiende de 1861 a finales del siglo XX y se localiza en el sur de Italia, en el interior de la provincia de Basilicata. La trama narra la vida de los numerosos miembros de una familia de campesinos pobres a lo largo de cinco generaciones.
En el relato, la historia de unos seres humanos como tantos otros se funde con la del primer siglo de existencia de Italia como país unificado. Los sucesivos protagonistas reflejan la evolución de la sociedad desde un nivel de supervivencia en una tierra pobre, sumida en la ignorancia y la rutina, hasta la llegada del desarrollo económico, el estilo de vida urbano y los rápidos cambios de costumbres. La focalización narrativa es inequívocamente femenina, como homenaje al espíritu de las mujeres que todo lo soportan y mantienen, haciendo frente a enfermedades, guerras, vaivenes políticos y todo tipo de adversidades. Al ritmo de la llegada de la modernidad, se insertan secuencias impregnadas de permisivismo moral y de rechazo de la fe cristiana. Escrita con estilo realista, en la línea del verismo característico de autores italianos del sur, constituye una crónica social interesante y expresiva, pero también muestra la inexperiencia de la autora en los aspectos técnicos y en la falta de elaboración estética del estilo, poco matizado en el uso de adjetivos. Los episodios finales, que reflejan la implicación de la más joven de las protagonistas con el terrorismo político, están menos logrados que los anteriores, dotados de más profundidad humana.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa