HILARY WESTFIELD. 2: EL TERROR DE LOS MARES

Segundo episodio de las aventuras de Hilary Westfield, una joven pirata cuya familia pertenece a la alta sociedad del “Reino de Augusta”, situado en la isla del mismo nombre. A pesar de ser miembro a la “Liga Casi Honorable de Piratas” (LCHP) y de autodenominarse “Terror de las tierras del Sur”, Hilary no olvida que ha sido alumna de la “Escuela de Buenos Modales para Damas Delicadas” dirigida por la señorita Pimm. Debido a eso, recibe frecuentes reprimendas por no asaltar barcos, capturar botines y cometer los que, en general, se consideran actos delictivos propios de la piratería. En cambio, en esta obra, dedica todos sus esfuerzos a encontrar a su antigua profesora, la señorita Pimm, que ha desaparecido misteriosamente y que, además de dedicarse a la enseñanza, es la hechicera oficial de las “Tierras del Norte” del Reino de Augusta. La acción narra las peripecias de Hilary durante la búsqueda de la ilustre desaparecida, con la ayuda de su mascota, una gárgola de piedra aficionada a hablar, reforzada por algunos piratas de su tripulación e, incluso, por otros ya jubilados. La obra ofrece una particular versión de los relatos sobre la piratería, divertida, ingeniosa y hábilmente concebida para un amplio sector de público, tanto masculino como femenino. Los numerosos personajes están bien elegidos como representativos de diferentes modos de ser y vivir. El desarrollo argumental ofrece frecuentes escenas de contenido humorístico muy eficaz gracias al tono ágil y divertido del estilo. Dejando al margen las diferencias que se perciben en las relaciones de Hilary con su madre, por su conducta frívola, y con su padre, un almirante encarcelado bajo acusación de robar objetos mágicos, la conducta de la protagonista recuerda más a una benefactora de sus semejantes que a la imagen de un endurecido bucanero.

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