HIPÓLITO Y SERAFÍN

Narra este cuento los problemas que a Hipólito, un hipopótamo tan grande que casi parece redondo, le plantean los mosquitos, que le pican por todas partes mientras disfruta de las delicias del agua y del barro en la hermosa charca donde vive. Por eso lamenta no tener patas delgadas y ágiles, como las gacelas, para rascarse; o una crin larga, como las cebras, para sacudir la cabeza y espantarlos. Sin embargo, un día aparece un pájaro pequeño y saltarín, que en poco tiempo se come todos los mosquitos, lo que le permite dormir tranquilo. Así, Hipólito descubre la ventaja de tener amigos que, aunque parezcan insignificantes, pueden ofrecer una gran ayuda pese a su tamaño reducido. El libro tiene un texto sencillo, que está bien escrito y es de tono humorístico, así como grandes ilustraciones que responden con acierto a estos mismos rasgos de sencillez y humor.

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