HISTORIA DEL ANALISIS ECONOMICO

Obra más ambiciosa del famoso economista Schumpeter (1883-1950), profesor austríaco establecido en USA. Trabajó en ella los últimos nueve años de su vida, sin llegar a terminarla y revisarla. Las tres partes principales (II, III, IV) estaban prácticamente acabadas; la introductoria y la conclusiva menos completas. La esposa del autor y el profesor Leontieff prepararon una edición lo más precisa posible de la obra, pero sin intentar completar lo que Schumpeter no llegó a escribir.
Schumpeter entiende por análisis económico los esfuerzos intelectuales realizados por los hombres para entender científicamente los fenómenos económicos. No le interesa tanto lo que defiende cada autor cuanto cómo lo arguyó y qué instrumentos analíticos utilizó para hacerlo. Este enfoque distingue a esta obra de una historia de los sistemas de economía política o del pensamiento económico. La parte I comprende el plan y enfoque del libro, las técnicas del análisis económico y su relación con otras ciencias. El cuerpo de la obra describe la historia del análisis económico desde la antigüedad hasta 1914 aproximadamente, terminando con el sistema de Marshall-Wicksell. La última parte es un esquema de los desarrollos modernos, con especial atención a Keynes.
Schumpeter no pretende dar una idea detallada del pensamiento de cada autor, ni aun de las figuras importantes. Le interesan sobre todo sus aportaciones al análisis económico y las relaciones con el pensamiento de otros autores. Proporciona una magnífica visión del proceso científico de la economía, por períodos y temas. Prácticamente no queda fuera de su intento ningún autor, obra o movimiento de importancia, ni aún los problemas marginales. Su vasta cultura le permite situar adecuadamente el marco intelectual o histórico de cada época, sin que su erudición -cita más de dos mil obras- le haga perder las líneas maestras. La obra cuenta con unos útiles índices bibliográficos, de autores y materias. Schumpeter se atiene escrupulosamente a su objetivo científico, sin entrar a juzgar posturas ideológicas de los diferentes autores, para los que siempre manifiesta respeto.

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