HISTORIA DEL DINERO

La vida del protagonista –cuyo nombre no conocemos- comienza a sus quince años y gira en torno a cómo su familia se relaciona con el dinero. El primer suceso oscuro es de un industrial rico, de la familia del nuevo marido de su madre, que muere en circunstancias sospechosas con una cantidad de dinero en efectivo desconocida. Esa familia de varias generaciones de clase alta tiene su propia relación con el dinero. El padre del protagonista es un jugador de casinos que siempre lleva un gran fajo de billetes con el que paga en efectivo. El protagonista crece y se perfila como un buen pagador: esa es su propia relación con el dinero, además de su herencia. Esta historia del dinero se desarrolla en la Argentina de los años setenta cuando se produjo una inflación desbordada. Alan Pauls describe elementos de esos años a través de un personaje principal que mira y recibe su vida a través de ese prisma: papel moneda, cheque, herencia, cuenta bancaria, deuda, finanzas o inflación: el dinero lo permea todo.
Pauls tiene un estilo denso, en el que cada palabra y frase, cada adjetivo, adverbio y sustantivo tiene un peso en la narración. Sus frases pueden ser tan largas como una página, como si quisieran recoger todo lo que tiene relación con esa primera atención a la que se dirigen las palabras y que se encadena con la siguiente sin pausa. La narración acumula datos, palabras, descripciones o pensamientos del protagonista, lo importante y lo nimio y debido a ese lenguaje acuciante todo cobra gran importancia. Esa sintaxis produce un ritmo también de urgencia, en el que parece que todo se mueve con rapidez e impele a una lectura ininterrumpida.

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