HUEVOS Y PATATAS

En la cima de una montaña se encuentran dos pueblos que, aunque son vecinos, están separados por un gran barranco, sin ningún puente por el que poder sortear el foso que los separa. En uno de los pueblos viven los Ovimami, para los que lo más importante del mundo son las aves. Se pasan el día mirando al cielo en busca de pájaros, cuidan de las gallinas, pavos y patos que corren libres por el pueblo y solo comen huevos, escalfados, en tortilla, revueltos, de gallina, de oca, de pato o de codorniz. En el otro pueblo viven los Papaguari, que adoran las plantas y su única dedicación es cuidar de sus jardines y huertos, y lo único que comen son patatas. A pesar de los intentos de los más jóvenes por descubrir el pueblo que se encuentra al otro lado del barranco, los mayores no quieren ni oír hablar de los vecinos. Hasta que llega al pueblo un viajero y consigue construir un puente. La obra, sencilla e imaginativa está bien escrita, con toques de humor muy del gusto del público al que se dirige, y plantea como tema de fondo la convivencia y el miedo a lo desconocido. Las ilustraciones, a tono con el texto, de moderna composición, están realizadas a modo de collage.

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