INTELIGENCIA EMOCIONAL

La autora aborda en este libro el tema de la inteligencia emocional en relación con los escolares. En la introducción trata el grave problema del fracaso escolar, efectúa una crítica del querer promover la igualdad entre alumnos diferentes y resalta la urgente necesidad de prestigiar socialmente la figura del profesor.
La autora, doctora en Ciencias de la Educación y especialista en el Desarrollo de Habilidades Emocionales en el ámbito de la Inteligencia Emocional, aporta estudios sobre la educación en España y sostiene que los padres no pueden esperar a que los gobiernos traten de resolver el fracaso escolar; incluye casos muy variados que denotan la seriedad del problema de cómo se está llevando a cabo la tarea educativa. En el rendimiento escolar no cuenta sólo la inteligencia, sino también las actitudes y las habilidades mentales, que se adquieren con las técnicas de estudio y otros medios. Una buena educación emocional permite incluso que una persona rinda aunque intelectualmente no sea muy capaz. Analiza los avances de la neuropsicología y el proceso de las emociones a nivel cerebral, y describe las fuentes de motivación y las principales habilidades de competencias sociales. Ofrece a los padres sugerencias sobre cómo educar a sus hijos emocionalmente y transmitirles valores. El contenido es flojo, y el enfoque de las creencias es pobre y con matices relativistas. Por eso, un padre puede deducir de la lectura del libro la importancia de la educación emocional y en valores, pero no unas ideas de fondo importantes que orienten su actuación.

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