INVIERNO EN PARÍS

Durante el invierno de 1909 en París, la joven estudiante de pintura Maud Heighton viviría una de las peores experiencias de toda su vida. Llegada de Inglaterra y habiendo gastado casi todo su dinero en la prestigiosa Academia femenina Lafond para estudiantes de pintura, tendría que ponerse a trabajar para poder sobrevivir en una ciudad que parecía dar la espalda a cuantas mujeres querían abrirse paso como artistas en un mundo pensado sólo para hombres. Ayudada por una de sus condiscípulas se pondría al servicio del señor Morel como señorita de compañía de su hermana Sylvie, adicta al opio. El ambiente acogedor de la casa y la exquisita educación de los Morel hace pensar a Maud que será capaz de salir adelante en su empeño por desarrollar su capacidad artística con un poco más de desahogo. Sin embargo un giro inesperado en la actitud del señor Morel y su hermana conducirá a la joven hasta las profundidades del Sena mientras se le acusa de ladrona de joyas.
Imogen Robertson recrea una época y un ambiente del París de principios del siglo XX donde la vida bohemia, el exceso y una aristocracia europea decadente se confunden mientras las mujeres empiezan a buscar un hueco en una sociedad que todavía las veía como un adorno y en el mejor de los casos como un ser débil a quien proteger. Utilizando imágenes y datos históricos del momento en el que se desarrolla la historia, la novela se mueve entre la intriga y la aventura. Con un ritmo ágil, un lenguaje sencillo y unos personajes sin demasiadas complicaciones, la autora consigue desarrollar una trama, cuanto menos, entretenida.

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