JOSEFINE Y YO

Meses después de la caída del muro de Berlín, el narrador, un joven economista ya viudo, recupera el bolso que un motorista arrebata a una septuagenaria, antigua cantante de ópera. Agradecida, ella le invita a tomar el té en su casa, y esto se convierte en una costumbre semanal. Entonces comienza el diario del protagonista, donde registra todos sus encuentros y conversaciones, que giran sobre temas variados de la actualidad. Pero lo que tiene verdadero interés para el economista es la personalidad de la ex-cantante y de su fiel ama de llaves. El ensayista, poeta y escritor bávaro plantea aquí, en boca de la anciana, un análisis superficial, manifestado con cierta irreverencia y con la frivolidad y claridad que dan los años y las necesidades. La cantante expresa una leve descalificación de conductas admitidas y califica de superfluas muchas cosas básicas de las que carece; su criada, que lleva cuarenta años a su lado, muestra el lado realista de todo lo que la señora hace ver como extravagante. En el epílogo, el escritor rememora el año que duró su amistad y cómo fue "levantando acta" de sus diálogos con las dos mujeres y de sus propias conclusiones. Redactado con estilo nítido y ágil, y a base de capítulos cortos, el libro resulta de grata lectura.

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