JULIA Y EL TIBURÓN

Julia se marcha con sus padres a las islas Shetland durante un verano. Su padre va a arreglar el faro y su madre, bióloga marina, quiere investigar en los tiburones de Groenlandia, una especie muy rara que se suele ver muy pocas veces.
Julia enseguida se hace amiga de Kin, un chico de origen indio, al que acosan varios chicos del pueblo.
La madre de Julia es bipolar y sufre de episodios depresivos, seguidos de otros de euforia irreflexiva, que le lleva a comprar un barco cuando le deniegan la beca de investigación. Y en última instancia a intentar suicidarse.
Novela juvenil con temas interesantes como la ecología, la salud mental, la aceptación de la enfermedad por parte de la familia y de la protagonista, el valor de la amistad y el acoso. Y también aparece el tiburón como símbolo del dolor que sufre Julia ante la enfermedad de su madre, y también de esperanza, como posible tratamiento de cura de la demencia de su abuela.
Es un libro que puede interesar en general a adolescentes y sobre todo a los cercanos a personas con este tipo de trastornos. También puede resultar interesante como lectura dirigida en el aula.

Silvia Martínez