JUNTOS, NADA MÁS

La novela se sitúa en el París de hoy y sus protagonistas son personas normales, pero con cierta originalidad y maltratados por la vida, cada uno con su propia historia.
Un noble con fobia social, ridículo en algunos aspectos, acoge en su inmenso piso a una joven de veintisiete años, casi anoréxica, que trabaja limpiando oficinas de noche y que dibuja muy bien, y a un joven vulgar, buen cocinero, que cada noche sale con una chica distinta y cuya abuela, muy anciana, vegeta triste en un asilo. Así viven los tres, "juntos, nada más". Aparecen en el relato las carencias afectivas de cada uno, las heridas que les infligieron sus familias deshechas. Hasta que el egoísmo se transforma en generosidad, y esto les cura: aprenden a ser felices, a respetarse. En la novela no existe el narrador, sólo la conciencia y la voz de cada personaje, que encierra un mundo en sí mismo. Por eso cautivan al lector, por su naturalidad, por saber atisbar las necesidades de otros cuando han tocado fondo, con ternura y sentido del humor. El amor entre los dos jóvenes, previsible, se presenta con varios toques de sexo. Ambos hablan un lenguaje de la calle, coloquial, similar al de algunas películas norteamericanas;quizá sea la traducción quien lo llena de "tacos". La obra, muy pegada a la actualidad pasajera, tiene algunos valores, pero plantea unas vidas en las que parece inevitable fumar porros y evadirse con el alcohol y la promiscuidad sexual.

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