LA BIBLIOTECA PERDIDA

Toda la trama de esta entretenida novela de aventuras arranca con la misteriosa desaparición en la primavera de 1227, en Francia, de Blanca de Castilla, viuda del rey francés Luis VIII y tía del rey castellano Fernando III. No se puede afirmar históricamente que Blanca de Castilla fue secuestrada pero sí que la reina viuda tuvo entre sus muchos y peligrosos enemigos a los cátaros de Languedoc y a muchos nobles que pensaban que era un buen momento para conseguir más poder.
El personaje principal, Ignacio de Toledo -mercader de reliquias, viajero infatigable por Oriente y Occidente y conocedor de grandes misterios- es demandado por el rey castellano Fernando III para ayudar a descubrir el paradero de su tía. Por los caminos, en el viaje allende los Pirineos, Ignacio descubrirá que existe también un oscuro misterio alrededor de un cruel conde que anhela descubrir los más escondidos secretos de la alquimia. Ambientada en la Edad Media, en pleno siglo XIII, encontramos bien entremezclados muchos y variados ingredientes, reales o de ficción: mozárabes y conversos, reyes, nobles, cátaros, amor, honor, conocimiento, aventura y un enclave que algunos comparan con el mismísimo infierno. Y de fondo, la leyenda acerca de un libro secreto de alquimia, el Turba philosophorum, que parece haber desaparecido de su última morada, una biblioteca escondida tras los muros de Ariagne, una tenebrosa construcción de ocho torres donde su dueño, el conde de Nigredo, mantiene a hombres, mujeres y niños identificados con los herejes cátaros que en aquellos primeros años del siglo XIII empezaban a suponer un grave problema para la ortodoxia cristiana. También allí se encuentra la reina Blanca, ajena, al parecer, a lo que sucede en los sótanos del lúgubre castillo. Si bien incluye un apéndice que ayuda a clarificar los elementos de historicidad también utiliza bastantes términos poco conocidos por lo que hubiera sido acertado la introducción de notas a pie de página o un glosario que facilitara su comprensión. En ocasiones realiza descripciones o pone en boca de personajes opiniones un tanto tendenciosas que restan historicidad a la novela. Escrita en tercera persona, los diálogos y distintos escenarios que se mezclan y van alternando dan agilidad a la trama en una historia llena de aventuras de lectura fácil y amena.
Marcello Simoni (Comacchio, 1975) es licenciado en Letras y ha trabajado algunos años como arqueólogo. Actualmente lo hace como bibliotecario. En 2012 ganó el Premio y el Premio Stall Emilio Salgari.

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