LA CAJA DE DANIELA

La obra narra las dificultades de la protagonista para adaptarse a un cambio de colegio. El primer día de clase en el nuevo todos los niños le hacen el vacío y se ríen de su nombre, en contraste con lo que ocurría en el anterior, donde tenía muchos amigos. Triste e incómoda por esta situación, se le ocurre regalar a cada uno de sus compañeros uno de los pequeños muñecos que su padre le ha traído de un viaje, acompañado de unas palabras escritas que les hagan entender cómo se siente. Al final, con ayuda de la profesora consigue su propósito y empieza a ser aceptada por los otros. La obra, escrita por una veterana docente, tiene un claro propósito educativo cuyo contenido resulta más acertado que la forma de estar expresado. La idea de acoger a los demás como a cada cual le gusta ser acogido se plasma en una historia un tanto forzada en su desarrollo argumental y en el plano estilístico. Habituada a desarrollar sesiones de "cuentacuentos" en bibliotecas y colegios, María Domínguez redacta de modo mucho más coloquial que literario. Repite con frecuencia las mismas palabras y construye las frases con cierto descuido gramatical que pasa inadvertido en la expresión oral pero que resulta inadecuado para la lengua escrita.

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