LA CAJA DE LOS AGUJEROS

Andrea, la niña protagonista de este cuento, está muy contenta porque le ha comprado al señor Germán una gran caja llena de agujeros. Su madre no la entiende, pero ella siente una gran emoción cuando con mucho cuidado mete la mano en su interior y poco a poco va sacando agujeros. Cada vez que lo hace aparece un personaje reclamándolo: el ratón Pérez quiere el agujero de su queso de gruyer, Caperucita Roja el agujero del donut que lleva a casa de su abuelita, la bruja Bernardeta el agujero de su colador, la princesa Hermelinda el agujero del muro que le permite huir del dragón de tres cabezas y el rey Gurmensindo el agujero de su calcetín. Lo que no puede encontrar Andrea dentro de la caja es la sonrisa de su madre que, desde que su padre se fue de casa, ha desaparecido de su cara. La obra, bien escrita, destaca por la imaginación del argumento que esconde un claro propósito educativo de superación. Las ilustraciones están muy bien realizadas, con mucho detalle que complementan el texto.

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