LA CASA DE LAS OLAS

La acción de la novela refleja el impacto que causa en un pacífico pueblo costero inglés la llegada de un grupo de acaudalados artistas bohemios que se instala en una de las mejores casas de la orilla del mar. Medio siglo después, el edificio va a ser convertido en hotel rural tras haberlo vendido la propietaria, una jovencita pobre a quienes los inquilinos protegían y después nombraron heredera.
La autora (Londres, 1969) sigue la tradición de la narrativa sentimental inglesa, con mansión de fondo y heroínas desafortunadas en amores. La acción se desarrolla por cauces previsibles, adaptados a las circunstancias actuales en cuanto a detalles ambientales y a la psicología de los personajes. La manera convencional de concebir la problemática argumental y el empleo del estilo directo, a base de continuos diálogos apoyados en pasajes descriptivos mínimos, prestan a la obra un carácter ligero y ameno, y hacen asequible su lectura a sectores de público muy amplios. La calidad literaria del texto, tanto técnica como estética, es sólo discreta y la trama se manifiesta poco elaborada. Las vicisitudes por las que atraviesan las sucesivas moradoras de la casa a la que alude el título, centradas siempre en amores contrariados que dan lugar a hijos extramatrimoniales, adulterios, divorcios, etc., no reciben un tratamiento erótico, sino más bien cierto enfoque feminista de las relaciones intersexuales.Dentro de unos esquemas sociales y personales permisivos, se aprecia una cierta preferencia por el matrimonio y la estabilidad familiar, pero apoyada sobre todo en argumentos subjetivos y emocionales.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa