LA CASA DE LOS VEINTE MIL LIBROS

Sasha Abramsky, (Inglaterra, 1972), autor de varios ensayos de política social, dedica esta obra a narrar la vida de su abuelo paterno, Chimen Abramsky, nacido en Minsk, en la antigua región de la Rusia Blanca, hoy República de Bielorrusia, en 1916. Cuando tenía quince años su padre, rabino judío, fue expulsado de la Unión Soviética junto con su mujer y sus dos hijos menores, uno de los cuales era Chimen, mientras que los dos mayores quedaron como rehenes en el país. En Londres fue un activista de izquierdas, luego se trasladó a estudiar en Jerusalén, donde se unió a la Haganá y después regresó a Londres, donde permaneció hasta su muerte en 2010. Dedicado en su juventud a la gestión de la librería judía que había pertenecido a los padres de su mujer, con quien se casó en 1940, se convirtió más tarde en un experto en manuscritos judíos raros. Su trabajo como asesor de las más conocidas casas de subastas de Inglaterra en esta materia, contribuyó a que en sus últimos años, pese a no contar con títulos académicos, consiguiera hacer realidad su deseo de ser profesor universitario en la University College of London.
El autor ha elegido como hilo conductor de esta detallada semblanza biográfica la pasión de su abuelo por los libros, patente en la forma en que estos ocupaban hasta el último rincón de su casa londinense. Esta cifra, que figura en el título de la obra, no es exacta pero sí, bastante aproximada respecto a la cantidad de volúmenes que contenía y que fundamentalmente trataban de las dos grandes cuestiones que ocuparon sus intereses intelectuales: filosofía y política, centradas en el socialismo y el judaísmo. Hijo y nieto de grandes rabinos askenazíes, Chimen fue ateo, materialista y marxista convencido, sin negar por ello sus orígenes raciales y lo que conlleva pertenecer al pueblo judío. Su nieto describe en detalle su actitud favorable al comunismo soviético a pesar de que su padre había pasado dos años en Siberia acusado de propaganda religiosa. El trato con ideólogos socialistas es otro punto comentado ampliamente, hasta llegar, en 1958, a la ruptura y el desengaño al conocerse los crímenes del estalinismo. Otro aspecto básico de la obra es el relativo a la familia, dado que el biografiado recibió en su casa a numerosos parientes longevos, cuatro generaciones Abramsky, que llegaron a vivir simultáneamente. Precisa, llena de referencias a hechos y lugares, la obra refleja no sólo la trayectoria vital de una persona que llegó a ser una fuerza polarizadora del judaísmo británico, sino la de un siglo de historia europea, vista desde la perspectiva de un judío marxista. El estilo, denso y de contenido muy técnico en su redacción, requiere una lectura atenta y pausada.

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