LA CHICA DE LA MÁQUINA DE ESCRIBIR

Desy Icardi ambienta su novela La chica de la máquina de escribir en la Italia del siglo XX. En los años noventa Dalia es una vivaracha anciana dueña de una tienda de antigüedades que guarda muchas historias en su cabeza asociadas a los objetos que vende. Todo cambia cuando tras sufrir un ictus pierde buena parte de su memoria. Desde ese momento un poderoso instinto le lleva a escribir en su Olivetti roja, máquina que manejó desde joven ya que trabajó como mecanógrafa. Desea contar su vida y va recolectando recuerdos: su infancia en Avillione hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial, su adolescencia en Turín, sus amores y su complejo matrimonio con un fascista así como sus esfuerzos por sobrevivir durante la guerra. Dalia reconstruye su biografía, siempre desde dos planos temporales diferentes: el ayer y el hoy. Aunque evoca muchas cosas hay algunas que se le escapan, está empeñada en descubrirlas y, poco a poco, a través del tacto y de las teclas de su Olivetti afloran sensaciones táctiles que le sugieren vivencias. La autora plantea la historia desde un original punto de vista que es el vínculo entre la capacidad sensorial como vehículo para recuperar el pasado y como la escritura puede ser un medio para conocer la realidad y reconstruir recuerdos. Icardi logra una trama escrita con sencillez y delicadeza en la que hay cierta dosis de intriga y algún problema sentimental, todo con un tratamiento elegante y sin estridencias.

TROA