LA COCINA DE LOS MONSTRUOS. 2: TALLARINES DE MOMIA

Segunda entrega de las memorias de Bermúdez, el cocinero que se convirtió en zombi por culpa de sus propios guisos. En esta ocasión cuenta cómo su enemigo, el director del colegio en cuyo comedor trabaja y que no sabe qué hacer para despedirle, le ordena formar parte del grupo de acompañantes de los alumnos en una visita al Museo Egipcio.
Al ver las momias, se le ocurre que las vendas que las envuelven podrían constituir un sabroso condimento para su receta de tallarines y, en consecuencia, decide apoderarse de una, ayudado por uno de los chicos del colegio que también se ha convertido en zombi. La obra se recrea, como en el primer relato de la misma serie, en todo tipo de detalles repugnantes, referidos a la comida, a la vez que desarrolla una esperpéntica parodia de las novelas de terror protagonizadas por momias asesinas que, en este caso, reclaman, furiosas, las milenarias vendas que le han robado a la de su faraón. El autor vuelve a conectar en esta ocasión, igual que en la anterior, con el gusto infantil por las historias macabras y repulsivas y con el peculiar sentido del humor que las hace aparecer divertidas de puro disparatadas y absurdas. Desde el punto de vista creativo, la obra se mantiene en un nivel modesto ya que el autor pretende, sobre todo, hacer que el lector alterne los escalofríos con la risa, a base de recursos narrativos muy básicos y de un estilo sencillo, de vocabulario común que tiende a la vulgaridad.

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