LA ERA DE STALIN

David L. Hoffmann es doctor en Historia por la Universidad de Columbia y profesor de Historia de Rusia en la Universidad de Ohio. Ha escrito muchos libros sobre su especialidad.
Este libro se centra en los años en que Stalin estuvo en el poder, desde finales de la década de los años veinte hasta su fallecimiento en 1953. Fueron unos años clave para la historia de Rusia y también para el futuro del mundo. El golpe de estado perpretado por los bolcheviques tras la Revolución de Octubre llevó a los comunistas al poder. Tras años de guerra civil, comienzan a sentarse las bases del comunismo en un país con todavía muchas cicatrices tras la sucesión de guerras. El libro describe con detalle las acciones políticas y económicas emprendidas por Stalin para hacerse con el poder absoluto y convertir a su país en una potencia mundial en la industria y en todos los sentidos.
La mano de hierro que aplicó al control de los medios de producción la empleó también en el control abusivo de la población. Durante el periodo de Stalin, y también después de su fallecimiento, uno de los rasgos que más define al estalinismo es el imperio de la fuerza, el control de las personas, la ausencia de libertad y la constante presencia del Partido Comunista en todos los órdenes de la vida.
Llegaron los logros económicos y militares, sí, pero a costa de un saldo increíble de muertes en los campos del Gulag y en los fusilamientos sistemáticos para aplicar sus doctrinas. Stalin, consiguió mejorar el nivel de vida de sus ciudadanos, les dio más educación, transformó de manera radical las estructuras y los modos de vida del país, pero, como escribe Hoffmann, todo esto se hizo a la vez que “se aplicaba una violencia de Estado masiva, un verdadero baño de sangre”.
Libro divulgativo, que explica con muchos datos y detalles la consolidación del estalinismo en la Unión Soviética. Este proceso incluye el culto a la persona, que se potenció todavía más con la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial. El libro ofrece las luces de la “era de Stalin” y las muchas sombras que rodearon a un político sin escrúpulos y violento.

TROA