LA FIEBRE

Eva es una adolescente problemática y extremadamente inteligente que consigue estudiar en un internado para superdotados en Londres. Seth es un esclavo del siglo II d.C. obligado a ser gladiador, que vivió en el Londinium romano. Las vidas de los dos jóvenes se cruzan en la época actual en una complicada y romántica historia de viajes en el tiempo. Narrado de forma muy sencilla y en capítulos cortos, la acción salta continuamente del presente al pasado para seguir la trayectoria de los protagonistas. El libro- que se estructura en tres partes- dedica las dos primeras a situar a los personajes principales, de forma tan extensa que llegan a constituir casi dos tramas independientes. Solo en la tercera se encuentran tras sufrir ambos una extraña fiebre. Ahí comienza lo enrevesado del argumento, no sólo por las dos líneas en el tiempo, sino también por la existencia de un lugar intermedio al que llega Seth después de morir, que otorga la inmortalidad. Con personajes aceptables, intriga y suficientes sorpresas para mantener la atención, hay pasajes confusos e incoherentes por la dificultad de ensamblar adecuadamente elementos tan dispares como recuerdos de otras vidas, personas muertas en un sitio y vivas en otros, capacidad de crear de la nada y cosas semejantes. Quizá la segunda entrega de la serie ofrezca una mayor solidez.

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